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$12.6 trillion of public procurement spend each year is opaque

COVID-19 exposes human cost of flawed procurement systems

Governments around the world spend $13 trillion a year on contracts for goods, services and public works, but key information is not made public in over 97% of this spending, according to a new report from the Open Contracting Partnership and Spend Network. This raises huge risks around value for money, corruption and public health and safety.

The COVID-19 pandemic has exposed the real human cost of this lack of transparency, as governments scrambled to secure protective equipment and medical supplies. At least $100 billion was spent on COVID-19 contracts between January and July, but the lack of timely and open information about basic contracting details makes these deals highly vulnerable to waste, fraud and other misuses.

Companies with no relevant experience were awarded huge contracts for medical equipment, without transparency or competition. Supplies failed to arrive or did not meet the required standards, leaving medical staff without critical resources, and costing lives. Corruption allegations led to the arrest of high-level officials and government probes.

Gavin Hayman, Executive Director of the Open Contracting Partnership, said: “COVID-19 has put public procurement in the spotlight like never before. Governments spent eye-watering sums of money without proper checks and balances, leading to unnecessary waste and unforgivable loss of life. PPE and medical supplies are just the tip of the iceberg. With governments relying on public procurement systems to boost their economic recovery efforts, we need transparency to ensure public money is well spent, whether on school meals, medicine, or vital infrastructure.”

The report provides the most comprehensive analysis of global public procurement to date. It finds that China is by far the largest procurer (spending $4.2 trillion a year), followed by the USA ($1.8 trillion). Sixteen countries in total account for more than three quarters of the annual global spend ($10 trillion). Annual spending information is published using the Open Contracting Data Standard for $244 billion worth of contracts in seven countries. The data standard allows businesses, journalists and civil society to analyze the data. 

Mr. Hayman continued: “In some countries we’ve seen three-to-five years’ worth of innovation in just three months, showing governments can act both quickly and transparently. While most governments struggle with paper-based systems, Colombia and Ukraine are publishing emergency contracts online as open data. This allows anyone to track the price of COVID-19 supplies, helps detect waste and fraud, and brings better value for money for taxpayers.” 

Ian Makgill, Founder of Spend Network, said: “Publishing full details of public contracts makes the enormous public procurement market more efficient and competitive. Governments can gain real benefits by opening up the whole procurement process, from the planning and bidding stage, through to the decision on preferred supplier, and the fulfilment of the contract. With the right information, governments can get better prices, drive economic growth and protect citizens from unscrupulous actors who are determined to rip off the public finances.”

Notes to editors

Cada año, se destinan USD 12,6 billones a contrataciones públicas sin transparencia

El COVID-19 deja en evidencia el costo humano de los sistemas de contratación deficientes

Washington, 1 de septiembre del 2020 – En todo el mundo, se registra un gasto gubernamental de USD 13 billones por año en contratos de bienes, servicios y obras públicas. Sin embargo, más del 97 % de estos gastos se realizan sin dar a conocer información clave, según señala un informe elaborado por Open Contracting Partnership y Spend Network. Esta situación plantea enormes riesgos para el uso eficiente de los fondos, así como en términos de corrupción y para la salud y seguridad pública.

La pandemia de COVID-19 ha dejado al descubierto el costo humano real de esta falta de transparencia en un contexto en que los gobiernos pugnan por abastecerse de equipos de protección e insumos médicos. Entre enero y julio, se gastaron al menos USD 100 mil millones en contratos relacionados con el COVID-19, pero la falta de información oportuna y abierta sobre detalles de contratación básicos hace que en estos acuerdos haya graves riesgos de derroche, fraude y otros usos indebidos.

Se adjudicaron contratos de gran envergadura para el suministro de equipos médicos a empresas que carecían de experiencia pertinente, sin medidas de transparencia ni de competencia. Algunos insumos no fueron entregados o no cumplían con los estándares requeridos. Esto privó al personal médico de recursos fundamentales e hizo que se perdieran vidas humanas. Las denuncias de corrupción tuvieron como resultado la detención de importantes funcionarios y dieron lugar a investigaciones gubernamentales.

Gavin Hayman, director ejecutivo de Open Contracting Partnership, señaló: “El COVID-19 ha puesto las contrataciones públicas en el centro de la escena como nunca antes había ocurrido. Los gobiernos gastaron sumas de dinero descomunales sin implementar los sistemas de pesos y contrapesos adecuados, y esto generó un desperdicio innecesario y un saldo injustificable en pérdida de vidas humanas. La cuestión de los equipos de protección personal y los insumos médicos es apenas la punta del iceberg. Ahora que los gobiernos recurren a los sistemas de contratación pública para impulsar su recuperación económica, se necesita transparencia para asegurar que el dinero público se gaste adecuadamente, bien sea en comedores escolares, servicios médicos o infraestructura vital”.

El informe ofrece el análisis más amplio de la contratación pública global presentado hasta la fecha. Allí se señala que China representa, por una marcada diferencia, la mayor fuente de contrataciones (con un gasto de USD 4,2 billones por año), seguida por EE. UU. (USD 1,8 billones). En total, 16 países representan más de las tres cuartas partes del gasto global anual (USD 10 billones). A nivel global, menos del 2% del gasto (USD 244 mil millones por año) se publica utilizando el Estándar de Datos para las Contrataciones Abiertas, que permite a las empresas, los periodistas y la sociedad civil analizar y cuestionar los datos aportados.

Hayman agregó: “En algunos países, hemos visto que en apenas tres meses consiguieron innovaciones que usualmente tardan entre tres y cinco años, lo cual demostró que los gobiernos pueden actuar con rapidez sin abandonar la transparencia. Mientras la mayoría de los gobiernos enfrenta las dificultades que plantean los sistemas basados en papel, Colombia y Ucrania están publicando contratos de emergencia en internet como datos abiertos. Esto permite que cualquier persona haga un seguimiento del precio de los insumos relacionados con la COVID-19, ayuda a detectar el desperdicio y el fraude y ofrece una mejor relación costo-beneficio para los contribuyentes”.

Ian Makgill, fundador de Spend Network, manifestó: “Publicar los detalles completos de los contratos públicos genera más eficiencia y competitividad en el enorme mercado de la contratación pública. Los gobiernos pueden obtener verdaderos beneficios al abrir la totalidad del proceso de contratación, desde la etapa de planificación y licitación hasta la decisión acerca del proveedor elegido y la ejecución del contrato. Si cuentan con la información correcta, los gobiernos pueden obtener mejores precios, impulsar el crecimiento económico y proteger a los ciudadanos de los actores inescrupulosos que buscan diezmar las finanzas públicas”.

Notas a los editores

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