Compras públicas durante la pandemia. ¿Cómo se abastece Latinoamérica?
Photo: Andrea Godínez/Plaza Pública
La emergencia desatada por el COVID-19 ha revelado las fragilidades de los sistemas de compra pública en América Latina y, al mismo tiempo, ha abierto la puerta a innovaciones y reformas necesarias para contar con contrataciones públicas sostenibles e inclusivas en la región. En una reciente llamada reunimos más de 60 expertos para compartir lecciones aprendidas en ejecutar y monitorear contrataciones de emergencia.
En los últimos meses, hemos sido testigos directos de cómo la emergencia ha mostrado la necesidad e importancia de avanzar los principios de las contrataciones abiertas. Aquellos países que cuentan con datos abiertos publicados oportunamente y colaboración entre gobierno y sociedad civil, fueron capaces de reaccionar más rápidamente para planear, comprar, ejecutar y monitorear los contratos esenciales para enfrentar la emergencia sanitaria.
En toda la región, gobierno y sociedad civil han enfrentado una escasa disponibilidad de datos relevantes para reaccionar a la emergencia y establecer mecanismos efectivos de rendición de cuentas sobre el gasto de emergencia.
Un caso emblemático son los datos de precios unitarios. Estos datos son necesarios para tomar decisiones informadas en compras de bienes para atender la emergencia, desde insumos y equipos médicos hasta la provisión de ayudas sociales a comunidades marginalizadas afectadas por las medidas de distanciamiento (como kits de alimentos). Sin embargo, pocos gobiernos cuentan con datos confiables de este tipo, lo cual ha abierto las puertas a riesgos de integridad y abusos por parte de proveedores que sacan provecho de las asimetrías de información.
Por otra parte, la emergencia ha mostrado la necesidad de colaboración y complementariedad en el trabajo de gobierno y la sociedad civil.
Hemos visto el auge de muchas iniciativas de sociedad civil que se han dado a la tarea de fiscalizar estas compras, incluso en contextos con poca disponibilidad de datos. Algunas de ellas han encontrado irregularidades en estos procesos, por lo que creemos que a futuro es primordial que se establezcan coaliciones multisector para asegurar datos abiertos, en tiempo real, así como ciclos de retroalimentación sobre la información para fortalecer los sistemas de compra pública.
Finalmente, datos abiertos y colaboración multiactor en las compras públicas serán necesarios para la difícil senda de recuperación económica y social que se avecina. En la medida que estas cadenas de abastecimiento salen de la etapa primaria de la emergencia, se hace necesario volver a implementar prácticas competitivas en las compras de emergencia que aseguren competencia y valor por el dinero. La experiencia de Colombia y Paraguay ha mostrado que se pueden publicar datos de forma abierta y responder a la emergencia en tiempos acertados. Ya tenemos un panorama más claro de las necesidades, así que en la mayor parte de los casos ya no se justifican compras de emergencia.
Los participantes de toda la región compartieron sus experiencias monitoreando las compras desde diversas propuestas. Te compartimos estos ejemplos y algunas de las reflexiones de quienes expusieron.
Argentina: una base de datos sobre las compras del Estado desde la sociedad civil
A través de una base de datos abierta, pública y reutilizable, Poder Ciudadano desarrolló un Observatorio de Compras que monitorea aquellas que se han hecho a través del mecanismo de emergencia. Esta herramienta recoge información de distintas instituciones: ministerios, entidades públicas y hospitales, por ejemplo. Pablo Secchi, Director Ejecutivo de Poder Ciudadano, capítulo argentino de Transparencia Internacional compartió cómo mucho del trabajo para recolectar esta información requirió trabajo manual y de alianzas para obtener datos de distintos portales web oficiales: Boletín Oficial de la Nación, Compr.ar, la Oficina Nacional de Contrataciones y distintas dependencias públicas.
Como resultado, Secchi mencionó dos impactos: ahora los fiscales de delitos administrativos están usando esta base de datos para investigar potenciales casos de corrupción y también está siendo usada por la Auditoría General de la Nación.
“La sociedad civil tiene que preguntarse si pasa a colaborar y fortalecer el trabajo que debe hacer el gobierno” en un ecosistema en el que este trabajo sea complementario a otros esfuerzos que se están dando, cuestionó Secchi, señalando que para asegurar sostenibilidad en estas iniciativas se debe lograr convencer a los gobiernos a publicar y usar los datos como mecanismo para velar por los recursos públicos.
A través de un documento compartido, el Observatorio de Compras COVID-19 de Poder Ciudadano comparte su base de datos sobre las compras y contrataciones públicas.
Honduras: un observatorio de precios
Una de las maneras en que Honduras respondió a la pandemia fue estableciendo un Observatorio de Precios para los bienes esenciales en el marco de la emergencia. Sofía Romero, Directora de la Oficina de Compras y Adquisiciones -ONCAE-, comentó cómo este esfuerzo vincula la información del proceso de contratación completo. A través de una visualización de datos, las personas pueden conocer la cantidad de proveedores oferentes, los precios mínimos, promedio y máximos, tanto antes como después de la emergencia. Además, compara datos nacionales con datos internacionales de varias fuentes.
Cuadro comparativo del Observatorio de precios que compara precios nacionales e internacionales, antes y después de la emergencia.
La sección de compras en el marco de la pandemia de COVID establece precios de referencia y techos. Como innovación, analiza la información de los precios para mostrar si un precio es razonable, comparándolo con diferentes fuentes de información como los listados de la OMS para medicamentos, además de mostrar la variación, el número de proveedores y señalar la dispersión en precios como una bandera roja o alerta.
Brasil: Un ranking a nivel subnacional sobre la transparencia
La respuesta a la emergencia en la región se hace no solo a nivel nacional, sino también a nivel subnacional, con estados y capitales tomando medidas de prevención y atención. María Domínguez, investigadora de Transparencia Internacional Brasil compartió cómo elaboraron un Ranking de Transparencia en el combate a la pandemia COVID-19. En esta medición, los estados y capitales son calificados en función de la transparencia de sus compras con un puntaje que va de 0 a 100.
Además, elaboraron una Guía de Transparencia en contrataciones de emergencia en portugués, en la que colaboró el Tribunal de Cuentas de Brasil. Estas guías fueron compartidas con oficinas de gobiernos locales para su aplicación.
Perú: Periodismo para fiscalizar y explicar los retos de estos tiempos
Ante la escasez de datos y los retos informativos que esta crisis conlleva, los medios han jugado un papel clave en la socialización y el monitoreo de la respuesta de los gobiernos. Nelly Luna, editora y fundadora de Ojo Público (Perú) explicó cómo en este medio se han dado a la tarea de encontrar información poco disponible o que hace falta en los contratos que se publican, como los precios unitarios o los detalles de las adjudicaciones. Además, toman en cuenta los precios de otros países para tener una referencia de ciertos insumos a nivel internacional.
En este contexto se resalta la iniciativa de la Red Palta de periodismo de investigación, de la cual Ojo Público forma parte, que ha construido bases de datos que permiten comparar precios a nivel regional en siete países. El resultado es “Las compras de la pandemia”, un especial que narra estas historias, como la que explica que 70 mil mascarillas N95 adquiridas por Argentina, Colombia, México, Perú y Uruguay costaron hasta dos veces más que el valor unitario promedio de estas en la región.
“Hemos notado que cada país ha comprado por separado a precios altos y a empresas sin registro”, explicó Luna al hablar sobre cómo el Estado debe garantizar que los proveedores cumplan con estándares de calidad y generar mecanismos de control para reaccionar con rapidez a compras sospechosas
República Dominicana: Gestionar las compras en tiempos de emergencia
“El Estado es el mayor comprador y ese poder debe de aprovecharse como herramienta de desarrollo productivo”, explicó Yokasta Guzmán, Directora de Compras y Contrataciones de la República Dominicana. Las compras públicas suponen un valor para la sociedad y pueden fomentar diversas prácticas como la inclusión económica de la mujer, la participación de PyMES y la innovación, con una visión estratégica.La funcionaria también habló sobre la importancia de pensar en el diseño de la rendición de cuentas, la necesidad de un enfoque especializado en compras de salud y la generación de mecanismos que agilicen la respuesta, como el uso de plataformas electrónicas en la contratación para que a pesar del distanciamiento, las proveedoras puedan participar.
En efecto, el uso de sistemas de contratación electrónica durante la emergencia permitió a la República Dominicana llevar a cabo procesos competitivos, en lugar de recurrir a modalidades de contratación directa. “Los datos son importantes para prepararnos para los próximos procedimientos de esta respuesta”, explicó.