Apertura para recuperarnos: Nuestras prioridades en América Latina para el 2021
Nadie estaba preparado para enfrentar los retos que trajo consigo el año 2020, pero en pocos sectores quedó tan clara la necesidad de transformación como en los sistemas de compras gubernamentales. El covid-19 reveló los peligros y la obsolescencia de procesos de contratación lentos, hechos en papel y hechos con opacidad. En contraste, la contratación abierta fue antídoto contra la corrupción y el mal uso de los recursos públicos. En este 2021, el gasto público eficiente para reactivar la debilitada economía, así como la transparencia y rendición de cuentas, serán fundamentales para avanzar hacia una recuperación que logre revertir los efectos devastadores que dejó la crisis en las comunidades más vulnerables. Desde OCP, avanzaremos nuevos y mejores modelos de colaboración en contrataciones abiertas para lograr una recuperación efectiva.
Pasar la página del 2020
La magnitud del sufrimiento creado por el covid-19 fue amplificada por las debilidades institucionales que aquejan a varios países de la región. La mayoría de gobiernos mostraba un estancamiento en sus políticas de apertura al inicio de la emergencia, en especial en lo relativo a usar los datos para alcanzar objetivos de desarrollo.
El vertiginoso avance de la pandemia trajo también un rápido aumento en los riesgos corrupción en toda la región. La concentración de poderes en el ejecutivo para gestionar la emergencia fue acompañada de menor transparencia, rendición de cuentas y mecanismos de control.
A medida que los países se apresuraban a conseguir insumos vitales para combatir el avance del virus, la escasa disponibilidad de datos relevantes limitaron la efectividad del abastecimiento de emergencia. El impacto sobre las cadenas de suministro globales y la ausencia de datos en tiempo real sobre precios unitarios llevaron a varios gobiernos a comprar elementos de protección y equipos médicos con grandes sobrecostos. La ausencia de información sobre proveedores confiables llevó también a adquirir elementos defectuosos o a tener que cancelar compras por no cumplir los requisitos técnicos.
Actores inescrupulosos aprovecharon la relajación de los controles en las compras públicas para capturar rentas ilegalmente. En algunos países, el abuso de los procedimientos de emergencia llevó a compras ilegales sin ninguna justificación válida. Incluso los kits de alimentos para ayudar a las poblaciones más vulnerables a sobrellevar las medidas de aislamiento obligatorio fueron presa de sobrecostos, limitando que los más pobres tuvieran acceso.
Semillas de innovación para navegar los retos del año nuevo
Desde el comienzo de la emergencia, trabajamos con actores en toda la región para lograr compras rápidas y abiertas que ayudaran a optimizar el uso de los recursos públicos para salvar vidas. Fuimos testigos directos de cómo la publicación oportuna de datos abiertos y la colaboración multiactor ayudaron a reaccionar más rápidamente para planear, ejecutar y monitorear los contratos para enfrentar la emergencia sanitaria.
La emergencia dio paso a nuevos modelos de colaboración que mostraron el poder transformador del trabajo multiactor centrado en la apertura y uso de datos. En Ecuador, a través de nuestro programa de aceleración de impacto Lift, trabajamos con una alianza de gobierno y sociedad civil que logró abrir contratos por más de 247 millones de dólares. Con monitoreo en tiempo real las compras de emergencia, la ciudadanía potenció las labores de vigilancia de organismos de control con capacidad limitada.
Países con una larga historia de políticas de contratación abierta, como Colombia y Paraguay, lograron establecer rápidamente estrategias efectivas para dialogar con el mercado de proveedores, coordinar compras entre entidades compradoras, y agregar demanda. Estas medidas trajeron beneficios concretos para enfrentar la emergencia, Colombia estructuró instrumentos de agregación de demanda de artículos para responder a la emergencia, desinfección, material pedagógico durante la emergencia y ayudas humanitarias con elementos de primera necesidad para la población vulnerable.
Siguiendo nuestras recomendaciones, varios gobiernos establecieron portales y plataformas identificando los contratos para atender la emergencia (entre ellos, Buenos Aires, Chile, Colombia, Guatemala, Honduras, Panamá y Paraguay). En varios países, estos datos fueron utilizados por investigadores para trazar lecciones aprendidas para mejorar las compras de emergencia a través de nuestro programa de investigación-acción.
La sociedad civil fue crítica para recopilar y publicar los datos sobre contrataciones de emergencia, en especial en jurisdicciones con poca disponibilidad de información. En Argentina, el Observatorio de Compras COVID-19 de Poder Ciudadano llevó a formato abierto procesos del gobierno nacional que no estaban siendo publicados. En México, la iniciativa Compras COVID MX de Serendipia y PODER recopiló los contratos de emergencia del gobierno federal para llevarlos a formato abierto, detectando posibles irregularidades. A través de #SusanaVigilancia, Transparencia Mexicana y Tojil han incidido en aumentar la disponibilidad de información del nivel subnacional y monitoreado más de $500 millones de dólares en compras de emergencia de 15 gobiernos estatales.
En Colombia, organizaciones de la sociedad civil conformaron la iniciativa Ciudadanía Activa, que realizó tres reportes para nueve departamentos analizando los procesos de contratación relacionados con el COVID. Estos reportes fueron insumos que utilizaron los órganos de control en su labor de prevención en contratación. En la Cumbre Cívica Anticorrupción, en la que participaron México, Colombia y Perú, la sociedad civil demostró que los países latinoamericanos se enfrentan a retos similares y pueden apoyarse mutuamente jugando un papel activo, articulado y propositivo.
El 2020 fue también terreno fértil para el periodismo de datos. Desde OCP, apoyamos a iniciativas como la Las compras de la pandemia de la Red Palta y Centinela de El Clip, las cuales revelaron problemas comunes que han enfrentado los sistemas de compras nacionales de la región para proveer bienes y servicios durante la emergencia.
Claves para una recuperación abierta en el 2021
Mientras la mayoría de países de la región experimentan una segunda ola de contagios, el meteórico avance científico para identificar, combatir y prevenir el virus ofrece una luz de esperanza para el año 2021. Ante el aumento en los niveles de desempleo y pobreza fruto de la crisis económica, varios gobiernos han anunciado ambiciosos paquetes fiscales para mitigar los efectos y reactivar la economía.
Como mostró la pandemia, una recuperación efectiva requiere fortalecer los sistemas de compras públicas. Corrupción, conflictos de interés y nepotismo amenazan con minar la recuperación económica de la región y perjudicar la campaña de inmunización.
Para salir fortalecidos de la crisis, en el 2021 brindaremos apoyo a gobiernos, sociedad civil, periodistas, empresas y demás partes interesadas en la publicación y uso de datos abiertos de contratación pública. Nuestro apoyo buscará nuevas y mejores formas de colaboración multiactor que promuevan la rendición de cuentas, aseguren mayor valor por dinero y mejoren la calidad de los servicios públicos. Nuestros esfuerzos se concentrarán en tres áreas de trabajo complementarias.
En primer lugar, fiel a nuestra estrategia, continuaremos promoviendo una mayor divulgación, cobertura, calidad y uso de los datos de contratación pública. Con un récord histórico en el número de publicadores en el estándar de datos para las contrataciones abiertas (OCDS), enfocaremos esfuerzos en contar con herramientas y metodologías para facilitar el acceso y la usabilidad de los datos alrededor de usos específicos.
Una segunda área de trabajo estará orientada a avanzar reformas en los sistemas de contratación pública promuevan la efectividad, eficiencia y equidad del gasto público en áreas de política prioritarias como salud e infraestructura.
Como quedó claro durante la pandemia, en la mayoría de países de la región urge construir sistemas de salud más robustos y justos. Deficiencias en la contratación pública desencadenan problemas significativos en el sector de la salud: sobornos, hacinamiento hospitalario, medicamentos de baja calidad o inasequibles y equipos inútiles. Los datos de las compras de medicamentos tienden a ser de baja calidad, con información crítica residiendo en sistemas aislados y cerrados al público. Para lograr ahorros para la ciudadanía, un paso crítico es contar de manera oportuna datos precisos sobre proveedores, calidad de productos, volúmenes y precios.
Enfocaremos también nuestros esfuerzos en mitigar los riesgos de corrupción asociados a la compra y distribución de la vacuna contra el covid-19. Como en la adquisición de insumos vitales al comienzo de la pandemia, varios países negocian actualmente en secreto con farmacéuticas para adquirir las dosis, renunciando a las ventajas de las compras coordinadas. Dadas las restricciones en producción y acceso, los datos abiertos serán un insumo clave para verificar el cumplimiento de los planes de priorización en la estrategia de inmunización.
La inversión en infraestructura será protagonista durante la reactivación. Países como Chile han apostado por programas de inversión ambiciosos centrados en la contratación de obra pública y concesiones. Sin embargo, los proyectos de construcción son notoriamente vulnerables a la corrupción. A nivel global, la información de proyectos de infraestructura tiende a ser almacenada en sistemas aislados, dificultando el seguimiento a través de todo el ciclo del proyecto. Con datos abiertos y estandarizados, se puede contar con herramientas y vigilancia para que estos programas logren su potencial en materia de priorización de proyectos, competencia entre proveedores, y ejecución del gasto, así como los objetivos ambientales y sociales.
Finalmente, continuaremos nuestro trabajo para utilizar las contrataciones abiertas para hacer reingeniería de los sistemas de provisión de servicios públicos, con estrategias orientadas a mejorar los resultados de los contratos públicos. En pocas semanas, lanzaremos una convocatoria para participar en la nueva edición de nuestro programa de aceleración de impacto Lift.
Es hora de que América Latina saque provecho a su liderazgo global en materia de contrataciones abiertas para salir fortalecida de la crisis. Casi todos los países de la región cuentan con alguna implementación de datos abiertos de contratación pública. Ahora es vital construir e implementar políticas basadas en estos datos, logrando una colaboración efectiva con la ciudadanía, sin dejar a nadie afuera.
Photo: Sandra Sebastián, Plaza Pública