Transformación de Lituania en un país totalmente ecológico
Desafío: En 2020, solo el 3 % del gasto en contrataciones públicas por valor se basó en criterios de adjudicación ecológicos que favorecían productos y servicios no nocivos para el medioambiente en Lituania. El gobierno aspira a que, en el año 2023, ese porcentaje se incremente al 100 %.
Abordaje: En 2021, Lituania puso en marcha una reforma ambiciosa en materia de contratación pública orientada a reducir la huella de carbono del país y lograr que para cada decisión sobre contratación pública se tuviera en cuenta su impacto ambiental. El Ministerio de Medioambiente creó una hoja de ruta para esta reforma a través de un decreto ministerial en el que se establecieron los criterios para determinar qué constituye una contratación ecológica, y que incluye hitos para la presentación periódica de informes. La Oficina de Contratación Pública de Lituania (OCPL) creó una nueva unidad sobre sostenibilidad para que dirigiera el cambio, y alentó el uso de criterios de adjudicación ecológicos que incluían capacitación, una mesa de asistencia para ayudar a compradores y orientación específica para sectores de alto impacto. La OCPL también utiliza datos sobre contratación abierta para hacer un seguimiento de la situación de sus “objetivos ecológicos” mediante un tablero público, que interpela a las autoridades si se atrasan. Por medio de ferias ecológicas, catálogos y otros eventos de extensión para los proveedores se incentiva a los compradores gubernamentales a cambiar sus hábitos de compra.
Resultados: Los niveles de aceptación de las contrataciones ecológicas en las instituciones públicas lituanas se han incrementado al 59,7 % en términos de valor y al 32,6 % por procedimientos totales para 2022. La OCPL ahora está interesada en ir más allá de la medición de productos, como el uso de criterios ecológicos, y concentrarse en los resultados de las mejores prácticas de contratación, por ejemplo, en la reducción de la huella de carbono de Lituania.
Más de la mitad de los ciudadanos lituanos esperan que el gobierno nacional se haga cargo de iniciativas para abordar el cambio climático. Aun así, un programa gubernamental de Lituania de 2020 demostró que el gasto en contrataciones ecológicas se había ido reduciendo año tras año.
El Ministerio de Medioambiente de Lituania y su Oficina de Contrataciones Públicas (OCPL) no solo tomaron la determinación de resolver esa caída. También pensaron en grande, y plantearon el objetivo de lograr productos y servicios 100 % ecológicos para 2023.
La reforma lituana en materia de contratación pública, establecida por decreto ministerial, afecta a alrededor de 4.000 organismos que llevan adelante al menos un procedimiento de contratación pública por año.
Después del primer año de la reforma (2021), el uso de la contratación ecológica en todos los organismos se ha incrementado del 3 % en 2020 al 59,7 % de todas las contrataciones públicas lituanas por valor, lo que supera el objetivo del 50 % calculado en términos de valor. Esto representa el 32,6 % de los procedimientos totales, aunque el decreto no estableció objetivos formales de volumen para 2021.
El plan de la OCPL se basa en sus otras iniciativas exitosas que ha llevado adelante para incentivar la transparencia y la innovación. Esto incluye iniciar contrataciones de emergencia durante la pandemia, en las que el gobierno, la sociedad civil y los periodistas trabajaron en conjunto para hacer un seguimiento de los gastos efectuados en ese período y para solucionar cuellos de botella y compras deficientes. Para promover la integridad y decisiones más eficaces en la contratación, en el sitio web de OCPL también se incluye una lista pública de los proveedores que han proporcionado información falsa o que se consideran “poco fiables” en función de su desempeño en el pasado.
No es fácil ser ecológico
Pero ¿cómo se define “ecológico” exactamente? De conformidad con el decreto de 2021, una contratación es “ecológica” si:
- utiliza criterios de adjudicación establecidos por el Ministerio de Medioambiente, basados en los criterios de contratación pública ecológica (CPE) de la Comisión Europea a través del decreto ministerial;
- incluye certificados de proveedores, como etiquetas ecológicas o sistemas de gestión ambiental;
- proviene de grupos de productos previamente seleccionados que se han definido como ecológicos.
Si una institución no puede utilizar criterios de adjudicación específicos (por ejemplo, una etiqueta ecológica), puede elaborar sus propios criterios que le permitan alcanzar efectivamente el mismo objetivo aplicando principios ecológicos, por ejemplo, solicitar un producto que utilice materiales reciclados o que sea producido con energía renovable. La OCPL aprende sobre la marcha acerca de los desafíos que implica la aplicación de los criterios y está planificando incorporar un sistema inteligente de excepciones para registrar aquellas situaciones en las que resulta casi imposible aplicar criterios ecológicos; por ejemplo, cuando la Ópera Nacional tuvo dificultades para implementar los criterios ecológicos a la hora de contratar a un director de orquesta.
Los criterios todavía no son obligatorios, pero se recomienda enfáticamente su aplicación. Para incentivar su adopción se utiliza un sistema de presentación de información abierto con calificaciones de desempeño institucional claras, así como pautas generales y específicas de cada sector, herramientas en la web, capacitación impartida a medida, ferias de negocios y consultas individualizadas a través de una mesa de asistencia. El Centro de Competencias en Materia de Procuración Sostenible, una unidad especial dentro de la OCPL, creada por el gobierno en julio de 2021, coordina estas actividades.
“El aumento en las consultas muestra que hay una necesidad muy concreta de contención. Desde que empezamos en 2021, hemos recibido alrededor de 150 consultas sobre el uso de criterios ecológicos. Esa cifra se triplicó en 2022”, comenta Greta Ambrutytė, directora del Centro de Competencias.
Establecimiento de pautas y sistemas de apoyo
La hoja de ruta de Lituania para la aceptación incluyó diversos hitos: la adopción por valor del 10 % para 2021 y del 50 % para 2022, con la intención de lograr una contratación totalmente ecológica para 2023.
El apoyo a la contratación pública ecológica (CPE) y la orientación en esa materia se desarrollan en etapas entre diferentes grupos de productos en sectores de alto impacto. La primera etapa se concentra en dos sectores fundamentales para la sostenibilidad: transporte y alimentos. Las futuras etapas se enfocarán en las áreas de construcción y renovación, e incorporarán nuevos criterios para la electricidad y el combustible. Todas ellas se llevarán adelante mediante consultas públicas.
Cómo ayuda OCP
Open Contracting Partnership (OCP) también ha aprovechado su trabajo de respuesta a la pandemia realizado con el gobierno lituano con el fin de apoyar el diálogo entre partes interesadas y asesorar con respecto a los datos y parámetros de referencia para hacer un seguimiento público de las reformas. Esto incluye ayudar a organizar los datos y métricas del gobierno utilizando el Estándar de Datos para las Contrataciones Abiertas como mecanismo global de mejores prácticas para datos relacionados con las contrataciones. Hemos estado trabajando con quienes impulsan reformas sobre cómo medir los resultados del uso de los criterios ecológicos, y nos hemos concentrado, en primer lugar, en las emisiones de CO2 procedentes de contrataciones del sector alimentario de Lituania.
Seguimiento de metas y resultados conseguidos
En 2022, la Oficina de Contratación Pública sumó un conjunto de indicadores claves de desempeño en sostenibilidad en su tablero de contrataciones.
“En la OCPL, mostramos de qué manera los datos abiertos pueden usarse para promover y hacer un seguimiento de las compras sostenibles. Hemos creado un marcador para autoridades públicas, en el que se reúnen y presentan datos sobre especificaciones técnicas, criterios de adjudicación y cláusulas, y donde también se detallan los niveles de aceptación de la contratación verde en las instituciones lituanas”, manifestó Kestutis Kazulis, de la Oficina de Contratación Pública Lituana en un seminario web que se realizó recientemente.
Los niveles de aceptación de las contrataciones ecológicas en las instituciones de contratación pública lituanas son, en la actualidad, de 59,7 % por valor y 32,6 % por procedimientos totales para 2022.
Los indicadores y el tablero han resultado útiles para las partes interesadas en ambos extremos de los procesos de licitación.
Por un lado, el tablero público ha creado “una sana competencia entre compradores dentro de sus sectores, ya que ninguno quiere quedarse atrás”, comenta Kazulis. Por otro lado, para los compradores resulta especialmente útil examinar especificaciones técnicas ecológicas que se aplicaron en el pasado a bienes y servicios similares a los que están planeando contratar (o los mismos). Están apreciando el impacto que tiene la reforma en incentivar a los proveedores a transformar su negocio para que sea más ecológico en mercados estratégicos, como el del transporte público.
Permite al gobierno monitorear la aceptación por parte de las instituciones y al OCPL disponer que se brinde más apoyo práctico cuando sea necesario. El tablero también les ofrece datos para planificar y dirigir su asistencia hacia futuras contrataciones más importantes.
Por supuesto, sigue habiendo desafíos. Existen deficiencias en los datos: las entidades de contratación pública todavía no han publicado alrededor del 23 % de los contratos que surgieron de licitaciones en 2022. La OCPL espera que esta cifra se reduzca ahora que este indicador se ha sumado recientemente al tablero público.
En muchos países la contratación ecológica sigue siendo, en gran medida, una práctica emergente, por lo que el objetivo de que fuera totalmente ecológica en solo dos años pareció más una declaración política que una meta realista. Sin embargo, un abordaje basado en los datos ayuda actualmente a establecer hitos y objetivos mensurables, y a hacer un seguimiento de ellos en tiempo real para que todos puedan apreciarlos. El organismo de contratación ya está analizando nuevas oportunidades para aplicar esos datos y esa tecnología, como el uso de inteligencia artificial, para ayudar a los compradores a tomar decisiones más ecológicas.
La reforma tiene un plan de acción claro para el futuro, que incluye fortalecer el mandato legal de realizar compras ecológicas, profesionalizar el proceso todavía más e incorporar nuevas herramientas en el sistema de adquisición electrónica, que facilitará la toma de decisiones de contratación más ecológicas para 2025.
“Estamos organizando la Feria de la Contratación Ecológica que se realizará en octubre con el objetivo de ayudar a que los compradores se reúnan en persona con los proveedores para conocer sobre productos, servicios y trabajos exclusivamente sostenibles”, añadió Kazulis, de la OCPL.
En este momento en que el cambio climático ya provoca efectos visibles en todo el mundo, la experiencia de Lituania ofrece lecciones valiosas a todos los gobiernos que enfrentan el desafío de mejorar sus prácticas de contratación para las personas y el planeta.
